A las siete de la mañana de hoy, jueves, después de una noche de insomnio en la que el viento ha golpeado irregular pero constantemente mi tienda, y en la que he combatido el sobresalto de cada ráfaga con fe y autocontrol, la lona ha comenzado a soltarse de las piquetas. Es hora de levantarse, de agradecer que no haya pasado antes y de recoger como puedo la vela en que se ha convertido mi cubículo.
A las ocho de la mañana de hoy, jueves, sigo sin hambre y con sed. Asustada por la pérdida de apetito y por el tipo de cansancio empiezo a ponerle nombre a lo que me pasa: deshidratación. ¡Y no será porque no he bebido! Imposible seguir caminando hoy. Tocaría descansar al menos un día y ver cómo responde mi cuerpo, pero el pronóstico del tiempo es de lluvias y tormentas para los dos o tres próximos días. ¿Qué hago?¿Me quedo varada todo ese tiempo en este valle del Roncal que empiezo a ver como una auténtica barrera demoníaca? De momento, hay que bajar hacia Isaba y de paso desayunar en la Venta de Juan Pito: dos Aquarius y un Kinder Bueno. Muy sano no es pero es lo único que me apetece.
A las once de la mañana de hoy, jueves, tan solo doce kilómetros me separan de mi destino y bastantes menos, poco más de dos (según la ventera) del camping de Isaba. Siento pena por dejarlo justo a las puertas de Aragón, cuando el paisaje comienza a cambiar y cuando la promesa de sus piedras y sus lagos, de sus verdes y sus grises recortados bajo un azul tan intenso que más que cielo es paraíso, está tan cerca. El paraíso tendrá que esperar. Ahora solo quiero un lugar donde descansar. ¿Por qué hay gente que miente?
A la una de la tarde de hoy, jueves, pienso en la ventera y en las mentiras. La bajada hacia el camping de Isaba resucita toda mi rabia infantil contra quienes crean expectativas imposibles. De niña siempre que preguntaba cuánto quedaba para llegar a algún sitio se me respondía lo mismo: “cinco minutos”, independientemente de que fueran una o dos horas. Hoy, los dos kilómetros prometidos resultan ser, al menos, seis. Y lo que imagino un paseo agradable junto al río es una encerrona: un estrecho pasillo entre bosques y helechos, subidas y bajadas, hierbas y tábanos, con visibilidad nula y señalización final equívoca. Perfecto como atracción adolescente para una tarde aburrida, pero desesperante como final de una travesía. Comienzo a odiar con todas mis fuerzas el valle del Roncal y a desear irme, cuanto antes, de aquí.
A las siete de la tarde de hoy, jueves, Isaba es un pueblo en fiestas en el que la música llena las calles y en el que he encontrado una habitación preciosa en el Hostal Lola que está libre porque se prevé ruidosa (¿y a quién le importa el ruido?). El odio se esfuma. Mañana, a las siete de la mañana, sale el único autobús a Pamplona. Descansaré unos días, sí, pero en Isil, el precioso pueblo del Alt Àneu donde me espera Ramon. Después, veremos.
¿Y qué hay de mi promesa de dedicar cada entrada a una mujer (o a un grupo de ellas)? La tarde ha acabado con un concierto homenaje a Sabina y, aunque no soy ni seguidora suya ni experta en sus canciones, no puedo evitar pensar en las mujeres de las mismas. Aun cuando aparentemente son protagonistas, no son sino sombras en un mundo esencialmente masculino: seductoras, tradicionales, “putas”, amores de una noche, mujeres con faldas cortas… ¿Qué hay detrás de ellas?¿Cómo son de verdad?¿Cuáles son sus intereses, sus ideas, sus inquietudes?¿Qué harían si pudieran salir del cliché en el que se las encierra?¿Son mujeres de verdad, o de mentira?
Elisa!!!!! Ayer, cuando leí tus comentarios y terminabas la entrada diciendo que no estabas disfrutando como querrías o debieras sabiendo lo bonito que es aquello, pensé…»a lo mejor sería el momento de parar un/unos días», y mira tú por dónde es lo que vas a hacer. Me parece una buenísima idea (cansancio, deshidratación, mal tiempo y dolor de pies = a «ahí os quedáis…ya vuelvo». Seguro que cuando reanudes tus andaduras lo harás con gusto y expectación, y, sobre todo, descansada!!!. Sigue contándonos…ahora sobre ese precioso pueblo al que vas a relajarte…jeje.
Sigues siendo mi heroína!!!!
Bss
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😄😄😄 Exactamente! Viajar es disfrutar y si no se puede hay que tomar un receso. Tú ya debes estar a las puertas ¿no? Seguimos contándonos! 😘
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Elisa, si te faltan las fuerzas, es el momento de parar. Tú reto ya está conseguido
Mucho ánimo
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La verdad es que este año más que reto tenía la necesidad de probarme (del saber que todavía podía andar después de estos años de lesiones) así que, sí, conseguido, y en parte gracias a los que estáis ahí/aquí conmigo! Un beso!
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Animo, Elisa, descansa y piensa con serenidad. Y sea cual sea la decisión que tomes, recuerda: la meta es el camino.
Muchos besos
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Hola Elisa !!! es muy inteligente saber parar, saber cuando esto se disfruta o te hace sufrir. Hasta pronto Elisa, un fuerte abrazo desde el Edelweiss Candanchu
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Hasta pronto Amparo! Un besazo!
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No hay que maltratarse más de lo estrictamente necesario. Eres una campeona
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Tú sabes que mi “maltrato” es solo porque aspiro a jubilarme al menos la mitad de bien que mi ex-jefe. Un beso!
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