El primero de mis enlaces, sin duda, Atlas Natura, la agencia especializada en senderismo que organiza, por bloques, la Transpirenaica y que es la primera responsable de este viaje. Y, si alguien se anima a hecerlo, Desnivel tiene publicado el libro de la Alta Ruta Pirenaica, que explica, prácticamente, la ruta que sigo (aunque de forma muy genérica y con informaciones prácticas muy desactualizadas). Y otra guía, mucho más práctica y mejor planteada (aunque en inglés): la editada por Cicerone y disponible también en versión digital.
A quien le interesen los tracks, se puede encontrar la ruta entera (no exactamente la mía, no exactamente ninguna, ya que las variantes son muchas) en Wikiloc, subida por Terricat. Y un muy completo blog que cuenta, también, la experiencia, aunque de forma muy diferente a la mía, es Viajar a pie.
No pueden faltar los enlaces energéticos: Som Energia, una de las primeras cooperativas en suministrarl·l en España energía verde y la web de Octaedro donde podéis encontrar información sobre el libro de Ramon Sans y una servidora, El colapso es evitable.
Y a partir de aquí, y de entre los sitios por los que voy pasando, aquellos que me gustan especialmente.
El Molino de Amaiur, donde poder degustar el talo y/o asistir a talleres de cómo hacerlo (en mi segunda visita a Amaiur lo he encontrado cerrado). También tienen casa rural.
El Camping de Baztán, en Erratzu. Familiar y con servicios estupendos (aunque no hay cobertura y el wifi va un tanto lento).
El Hotel Irigoienea en Urdax. Un sitio idílico para descansar.
El Hotel Loizu, en Burguete. Bonito y confortable. Con todas las chapas de todos los años de la guía del routard.
En la Selva de Iraty, los Chalets de Iraty. Preciosos alojamientos rurales en un entorno familiar y agradable. Uno de ellos es un pequeño Gite d’etape en el que se puede disponer de una habitación individual (eso sí, minúscula) por 14€. Lo mejor, el bar/restaurante: calidad, cantidad y simpatía con unas vistas impresionantes y un precio más que razonable.
En Candanchú, el Hotel Edelweiss. Amplio, cómodo, confortable, con un servicio excelente y amabilísimo y una relación calidad-precio más que recomendable. Maravilloso.
El Camping de San Nicolás de Bujaruelo. Muy cerca del Parque Natural de Ordesa, en un entorno natural maravilloso pero alejado de las multitudes. También tienen refugio (¡con alguna habitación doble!) y el restaurante es estupendo.
El Restaurante Cap del Port, situado justo en el Puerto de la Bonaigua. El entrecot de buey, espectacular. Las vistas también.