Val d’Eyne
Es así como se conoce también al Val d’Eyne, diez hermosos kilómetros que conducen directamente al collado del mismo nombre. Una pena que sea agosto, y no mayo, porque parece ser que hay más de 500 especies de plantas en el valle, muchas de ellas endémicas, y en esta época no se aprecian como se merece. Al menos, por lo que sé, mis amigos de apeu.cat (Trini, Fina, Clara, Ramon, Pauli….) pudieron disfrutarlo en todo su esplendor hace un par de meses. A ellos debo también mi alojamiento de la noche pasada. Esta vez, en vez de cutre-kisch, bio-chic (¡a veces no sé si hago un blog de montañera o de alojamientos pirenaicos!).
Panorámica desde el Col d’Eyne
Estos últimos días me está pasando algo curioso. Si al principio de mi viaje, cuando mencionaba mis intenciones, la gente me animaba y me decía aquello de ¡qué valiente!, pero todo quedaba en la posibilidad, ahora las reacciones van de la franca admiración a la estupefacción. Hay quien me felicita y hay quien se queda con cara de no entender. Las preguntas, siempre son las mismas: ¿sola?¿dónde duermes?¿llevas tienda?¿cuántos días?¿no te aburres? (esto último no lo preguntan pero se adivina que lo piensan)… El caso es que, sin quererlo, acabo convirtiéndome en el centro de las conversaciones (y aquí me sale mi lado tímido y empiezo a pensar que mejor callarme, pero no). Realmente, incluso a mí me impresiona el pensar que vengo andando desde Hendaya pero sé que la única valentía que he tenido es hacer lo que quería (desde hace años) hacer. ¿Quieres hacerlo?¡Hazlo!
La niebla subiendo en el Col d’Eyne.
Y tras atravesar el Col d’Eyne (en el que me he quedado un rato viendo cómo la niebla subía hasta que el frío me ha convencido de seguir), directa al Val de Nuria, donde se encuentra el santuario y, junto a él, otro de esos macrohoteles con situación privilegiada que trasmutan el entorno en un ruidoso parque de atracciones. Una pena.
TRANSPIRINEANDANDO 
Pues sí, pienso lo mismo Elisa. Atrévete y hazlo, porque el que hace conoce y el que conoce ama y el que ama tiene y el que tiene puede compartir. Sigue compartiendo tu hermosa aventura.
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😊
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Hazlo si puedes, porque yo no podría; uff! qué paliza
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Claro que podrías! El cuerpo se va haciendo!
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Yo nunca tuve la menor duda de que terminarías. Cualquiera que te
conozca un poco lo puede intuir, si no ver, de lejos…jeje.
Lo que estás haciendo es precioso e impresionante, cierto, pero, sobre
todo, muuuuuuy gratificante, para tí y para los que te seguimos desde
nuestro escritorio o sofá! (snif!)…Thanks…
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Sí que es gratificante, sí. Y ojalá que al menos el escritorio te esté cundiendo!
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Hola Elisa.
Hacía días que no te leía, al volver a conectarme y ver en mi muro tu publicación me he sentido alegre. Y como dices, la cuenta atrás para poder darte un abrazo, pero sin prisas, disfrutando de tu aventura.
Besos
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Me alegra verte otra vez por aquí. Y hasta que llegue el abrazo real, recibe uno virtual bien fuerte! Besos!
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Hola Elisa,
Para nuestro grupo Apeu.cat la Vall d’Eyne ya nos resulta una clásica. Aunque este año no pudimos verla toda fucsia como esperábamos por los rododendros florecidos, debe ser un espectáculo, nos refrescamos en la magnífica cascada i el rio. Estábamos un poco out porque el dia anterior subimos al Carlit, (subieron vaya, yo no llegué por la fuerte grimpada que hay).
Me alegro q ya nos puedas contar experiencias en perspectiva de todo el recorrido..! Un abrazo y eso ya casi lo tienes!!
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El próximo año lo pilláis todo florido seguro! Un beso y anímate con el Carlit que impresiona más el pensarlo que el hacerlo y merece la pena. Un beso!
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