Día 28. Noarre-Refugio de Certascán: ¿El cuerpo tiene memoria?

Lago de certascán

Lago de certascán

Año 2009. En mi quinto día del quinto bloque de transpirenaica, amanezco, como hoy, en el Camping de Bordas de Graus. Me siento, literalmente, ligera. Comienzo a andar imparable hasta que de repente, sin previo aviso, llega el desfallecimiento total: «la pájara». La única de mi vida. Inolvidable. Seis años después, la misma subida me cuesta más de lo que sería normal. ¿El cuerpo, que en su saber infinito asocia el lugar a la extrema debilidad? ¿O simplemente es que estoy pagando los excesos de ayer y mis piernas se rebelan? Aún así, la tranquilidad de una etapa corta (poco más de 10km) en un día radiante me ha permitido disfrutar más (aún) del paisaje.

El bosque que va de Bordas de Graus a Noarre. Esta mañana.

El bosque que va de Bordas de Graus a Noarre. Esta mañana.

Y dentro del paisaje, esos recorridos matinales por bosques aún dormidos, guardianes del silencio y la humedad, que finalmente se transmutan en prados espectaculares surcados de agua. Esos prados que, conforme se asciende, van siendo engullidos por las piedras. Esas piedras que acaban siendo los perfectos escondites de grandes y pequeños lagos intercomunicados entre sí. Una ruta siempre ascendente que permite acceder, día tras día, a una sucesión siempre asombrosa de mundos diferentes.

Y sigo subiendo...

Y sigo subiendo…

La ruta de hoy forma parte de un nuevo recorrido circular de nombre sugerente con paradas en los refugios de la zona: la Porta del Cel. Una forma de revitalizarlos que sin duda funciona a juzgar por la cantidad de gente que hay hoy aquí, en el refugio de Certascan. Y eso que es pequeño, con camas corridas y servicios mínimos. Eso sí, su responsable, Jan, es el más simpático y amable de cuantos guardianes de refugios me haya encontrado. Y aquí aparece de nuevo a Jerry, aunque hoy no comparo mesa con él sino con un grupo de cinco catalanes que me interrogan por mi experiencia mientras engullo el menú completo: ensalada, lentejas, canelones y crema catalana. ¡Nunca más!¡Me sale la comida por las orejas!

¡Hasta en las piedras hay flores!

¡Hasta en las piedras hay flores!

Mañana, nuevo día largo. Y después, dos días de mal tiempo que retrasarán mi llegada a Andorra, ahora que estoy a sus puertas.

4 comentarios en “Día 28. Noarre-Refugio de Certascán: ¿El cuerpo tiene memoria?

  1. Hola Eli!!! ¡Ya me he puesto al día de las etapas que me faltaban por leer! Lo siento por Jerry pero yo solo leo tu blog….¡hasta ahí podíamos llegar! Recorrer sus etapas y en la lengua de Shakespeare que (aunque la domino con soltura….con desparpajo,…a mi manera….vamos que no la domino) me agota solo de pensarlo. ¡Muchos besos y ánimo!
    (En todo caso lo de Jerry lo leeré cuando acabe tu periplo)

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