Aguas tuertas
Si ayer, con el Petrechema y Acherito, entré de lleno en los auténticos Pirineos, esos que me cautivaron, en los que a la más desnuda roca le suceden inmensos valles verdes, y en cuyos recodos se esconden lagos increíbles, hoy he disfrutado de la más hermosa etapa jamás soñada.
Subiendo…
No obstante, el Pirineo se defiende, ruge y espanta. Y así lo ha hecho esta mañana cuando, a eso de las 8.00h, el cielo se ha cerrado en banda y ha descargado su furia sobre todos aquellos que iniciábamos la marcha. Unos hemos tenido más suerte encontrando cobijo justo a tiempo. En mi caso, esperando tranquilamente el paso de la lluvia, los truenos y relámpagos dentro de un refugio (semiabandonado y en muy mal estado, pero refugio al fin). Otros, con menos suerte, tras sufrir el temporal, han decidido abandonar. Lo siento por ellos, porque finalmente ha hecho un día precioso.
Guarinza, en plena tormenta
Una hora después
Aguas tuertas es un inmenso, dulce, húmedo y verde valle poblado por las vacas más afortunadas de esta tierra, que culmina en un no menos inmenso y paradisíaco lago, el ibón de Estanés, cuya aparición, enmarcada por dos de los grandes colosos pirenaicos, el Midi d’Ossau (2884m) a la izquierda y el Vignemale (3298m) al frente, deja, literalmente, sin palabras. Allí me hubiera quedado todo el día si no fuera por el temor a nuevos temporales y por las ganas de llegar, ¡por fin! y al final de cuatro largos días, a la civilización y a la promesa de una ducha, una cama y un día de descanso.
Ibón de Estanés, con el Midi d’Ossau y el Vignemale al fondo
Y como casi cada día, hoy también he tenido ese rato de charla y comunicación. Esta vez con Ramón, un ciclista de Donosti que me he encontrado subiendo hacia Aguas tuertas, que se ha ofrecido a hacerme una foto y que luego he reencontrado en Candanchú. Inesperadamente, este viaje solitario se está convirtiendo también en una galería de historias personales a cada cual más profunda y emotiva. ¡Hermoso!
Panorámica de Aguas tuertas
TRANSPIRINEANDANDO 
Parece como si la Montaña te hubiera puesto a prueba unos cuantos días para saber si eres merecedora de disfrutar de su inmensa y pacífica belleza. Ya va dando tregua…: )
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Ya toca, pero pienso que lo peor ha pasado!
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Me parece increíble al tiempo que maravilloso todo lo que cuentas. ¡¡¡¡Qué buena experiencia¡¡¡¡¡¡Ánimo valiente Elisa. Un abrazo grande
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Un besazo fuerte Carmen!!! Desde luego que está siendo toda una experiencia
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Bueno, por fin llegaste al primer campamento base, ahora a llenarte del bien merecido descanso y los placeres terrenales, jajaja. Estas superando con nota las pruebas a las que te esta sometiendo la aventura.
¡Ea! a descansar, a reponer fuerzas y a relajarte .
Bss.
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Y mañana más! Un beso!
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Decisión, para iniciar un proyecto que no está ganado de antemano. Fortaleza para poner un pie delante del otro hasta llegar al destino. Valor para mantener a raya los miedos. Pero sobre todo emoción, la emoción que transmites cuando cuentas cada uno de los detalles que la naturaleza te pone delante, que no es más que el amor por la vida. Un privilegio cruzarme en tu camino; muchas gracias por ayudarme a encontrar mi frase.
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Privilegio mútuo, sin duda. Pase lo que pase no dejes de disfrutar de la vida y luchar por tu felicidad! Un muy fuerte abrazo!
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Ea, pues ya estás a poco de llegar a donde yo empecé: Sallent de Gállego. Salvando las distancias a tu favor, que yo iba a base de Booking y de Nissan Qashqai. A partir de ahora, y puesto que día a día me iré hundiendo más en la ignominia de la sucia torridez polvorienta del sur, me resultará más doloroso leer tus entradas. Van a ser como elegías por el paraíso perdido (y desaprovechado). Ahora comienza tu viaje más feliz, Eli, pero puede que prefiera oírtelo contar frente a uno de tus vinos y tu piano.
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Quedas emplazado en cuanto vuelva a vino y piano en casa ¡y ni se te ocurra decir que no! 🙂
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Nunca podré negarte eso, Eli, como tampoco pude resistirme a la Faja de las Flores de Ordesa.
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Leída la jornada 11; me gusta que pongas en la cabecera del blog el punto en el que te encuentras, asi se donde tengo que ir a buscarte en unas semanas. 😉
¡Miles de besos!
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Mucho hablar pero no me creo nada! Un beso!
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