Día 37. Vallter 2000-Col d’Ares: Veintisiete kilómetros y catorce collados para decir adiós a la alta montaña.

Comino al Roca Colom

Comino al Roca Colom

Por sorpresa y sin avisar. Así ha sido como han desaparecido las altas cumbres de mi camino. Hoy he pasado la última de las cimas importantes, el Roca Colom (2507m); el último de los collados de más de dos mil metros de altura, el Col de Pal (2319m); y he dejado al norte el Canigó (2784m), montaña inspiradora de músicos y poetas y la cima más emblemática de Cataluña.

Col de Pal (2319m), el último de los grandes collados.

Col de Pal (2319m), el último de los grandes collados.

Y he pasado de días construidos en torno a un único collado (o col, coll, collada, cuello, horqueta, forqueta, puerto o portella) situado a mil metros o más por encima del inicio y fin de la etapa; al día de hoy en el que no solo es evidente la pérdida de altura sino también el cambio de terreno: colinas suaves con desniveles mucho menos acusados y un camino que sigue la línea fronteriza y que se desliza, de forma natural, entre collado y collado por pastos y bosques.

Vacas vigilantes en Vallespir.

Vacas vigilantes en Vallespir.

Termino la etapa con una última incursión en Francia que empieza doblemente mal: Por una parte, el track me lleva junto a una casa donde soy informada de que me encuentro en una propiedad privada, de que el paso está prohibido y de que debo dar la vuelta, retroceder hasta el collado más cercano, subir por el bosque hasta lo alto de la colina y volver a bajar para dar la vuelta a dicha propiedad. ¡Y eso cuando estoy a pocos metros de la bifurcación que me conduce directa a la gîte de esta noche!

A la derecha, el Costabona (2465m) y al fondo, el Canigó.

A la derecha, el Costabona (2465m) y al fondo, el Canigó.

Por otra parte, ¡la gîte!, Notre Dame du Coral, un lugar encantador enmedio del bosque en el que había estado con Atlas Natura hace años y que tiene (tenía) un significado especial para mí. Pues bien ¡horror!, ha cambiado de dueño y ahora es un digno representante de los sitios a evitar: ¡sábanas negras y húmedas en un cuarto destartalado en un edificio frío y desangelado cuyos únicos habitantes son los «artistas de Lamanere» que exponen en él! Única solución posible: la huida.

Con Esther, otra transpirenaica, en el Col de Pal.

Con Esther, otra transpirenaica, en el Col de Pal.

Mañana, y puesto que la previsión es de tormentas, y puesto que mis pies piden una tregua, y puesto que quiero revisar la ruta de mis últimos cinco días y paladear la sensación agridulce de que esto se acaba, un último y definitivo día de desc

5 comentarios en “Día 37. Vallter 2000-Col d’Ares: Veintisiete kilómetros y catorce collados para decir adiós a la alta montaña.

  1. Puntualizando:
    Le Canigou o el Canigó está en Francia o en la Catalunya Nord (pero Francia al fin)
    La montaña emblemática de Catalunya es la Pica d’Estats (y la más alta)

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    • Supongo que habría mucho que puntualizar pero, aunque la Pica de Estats es más alta, históricamente la verdaderamente representativa, creo (si mis fuente no me fallan), que es el Canigó. Y ¿hablamos de fronteras o de cultura?

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  2. Puntualizo mi puntualización anterior. ¡Por supuesto que históricamente es emblemático el Canigó, más que la Pica d’Estats! Pero la eufemísticamente llamada Catalunya Nord es eso: Francia! (Snif!)

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