Remontando el río Ésera, pasando por los Baños y el Hospital de Benasque y continuando por un hermosísimo valle donde no sólo crecen las frambuesas sino también los arándanos y donde, a medida que se asciende, las vistas de los macizos del Poset y de la Maladeta se vuelven más y más espectáculares, así me he despedido hoy de Aragón para adentrarme en Cataluña por el Valle de Arán.
Una jornada tranquila. Con pocos montañeros y muchos turistas que aprovechan el autobús que sale desde el Hospital de Benasque y les lleva hasta Aigualluts. Allí, la atracción es ver el lugar donde las aguas que vienen del Aneto son engullidas por la tierra. Desaparecen para ser regurgitadas de nuevo justo donde me encuentro ahora, en el precioso paraje de la Artiga de Lin. Una pena, porque finalmente son aprovechadas por Francia.
Desde ayer, voy encontrándome señales de que me encuentro en lo más duro del Pirineo en forma de árboles arrancados y arrastrados ladera abajo por antiguos o recientes aludes. ¡Impresiona imaginar la violencia que tienen que vivir estas montañas en invierno!
Vamos !!! que ya lo tienes , campeona !!!
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